La presente es continuación de El diccionario del diablo I, que ofrece una primera selección de definiciones escritas por Ambrose Bierce y compiladas en el famoso libro The devil’s dictionary [1]. En nuestra entrega anterior hablamos un poco del humor en nuestros tiempos y en los de Ambrose, e incluimos entradas de sus definiciones hasta la letra I. En esta nota llegamos hasta la letra V [2] y así cerramos por ahora este homenaje al querido Bitter Bierce, cuyo legado sigue vigente porque, como todo gran escritor, consiguió dar cuenta de algunas cuestiones esenciales de la condición humana. Si Bierce estuviera vivo sin duda haría unos memes buenísimos. A reír por no llorar, amigxs.
J
Justicia, sust. Mercancía más o menos adulterada que el Estado vende al ciudadano como recompensa por su lealtad, sus impuestos y su servicio personal.


J
Justicia, sust. Mercancía más o menos adulterada que el Estado vende al ciudadano como recompensa por su lealtad, sus impuestos y su servicio personal.

L
Lenguaje, sust. Música con la que encantamos a las serpientes que custodian el tesoro ajeno.
Libertad, sust. Exención de la presión de la autoridad en una mísera media docena de entre los infinitos métodos de restricción existentes. Condición política de la que toda nación supone disfrutar en virtual monopolio.
Loco, adj. Afectado de un alto grado de independencia intelectual; que no se ajusta a las normas de pensamiento, habla y acción que los conformistas derivan del estudio de sí mismos; en desacuerdo con la mayoría; en resumen, inusual. Es digno de mención el hecho de que los médicos declaren locas a personas sin pruebas de que ellos mismos estén cuerdos.
Logro, sust. Muerte del esfuerzo y nacimiento del hastío.
M
Mansedumbre, sust. Paciencia poco común para planear una venganza que valga la pena.
Moda, sust. Déspota al cual los sabios ridiculizan y obedecen.
Molesto, sust. Persona que habla cuando queremos que escuche.
N
Nacimiento, sust. El primero y más grave de todos los desastres.

O
Olvido, sust. Estado o condición en que los malvados dejan de esforzarse y los deprimidos descansan. El eterno vertedero de la fama. Almacén frigorífico de grandes esperanzas. Un lugar donde los autores ambiciosos encuentran a sus obras sin orgullo y a sus colegas sin envidia. Un dormitorio sin despertador.
Oportunidad, sust. Ocasión favorable para terminar decepcionado.
Oponerse, v. Ayudar mediante impedimentos y objeciones.
Optimismo, sust. Doctrina o creencia de que todo es bello, incluso lo feo; de que todo es bueno, especialmente lo malo; y de que es correcto todo lo que está mal. Es sostenida con la mayor tenacidad por los más acostumbrados al infortunio de caer en la adversidad, y es más aceptablemente expuesta con la mueca que imita una sonrisa. Al ser una fe ciega, es inaccesible a la luz de la refutación, un trastorno intelectual que no admite más tratamiento que la muerte. Es hereditaria, pero afortunadamente no contagiosa.
P
Pasaporte, sust. Documento que se impone a traición a un ciudadano que viaja al extranjero, exponiéndole y señalándole para especial reprobación y ultraje.

Pasado, sust. Parte de la Eternidad de la que tenemos un ligero y penoso conocimiento. Una línea móvil llamada Presente la separa de un período imaginario conocido como Futuro. Estas dos grandes divisiones de la Eternidad, de las cuales una borra continuamente a la otra, se ven completamente diferentes. Una es oscura por la tristeza y la decepción, la otra es brillante por la prosperidad y la alegría. El Pasado es la región de los lamentos, el Futuro es el reino de la alegría. En uno se agazapa el recuerdo, vestido de arpillera y ceniza, murmurando una oración penitencial; en el resplandor del otro, la esperanza planea con alas libres, invitando a los templos del éxito y a las praderas de la tranquilidad. Sin embargo, el Pasado es el Futuro de ayer, el Futuro es el Pasado de mañana.
Paciencia, sust. Forma menor de la desesperación, disfrazada de virtud.
Paz, sust. En asuntos internacionales, un período de engaño entre dos períodos de lucha.
Perseverancia, sust. Virtud humilde mediante la cual la mediocridad alcanza un éxito sin gloria.
Pesimismo, sust. Filosofía que se impone a las convicciones del observador por la persistencia descorazonadora del optimista con su esperanza de espantapájaros y su sonrisa desagradable.
Piratería, sust. Comercio sin burocracia innecesaria, tal como Dios manda.
Planear, v.t. Preocuparse por el mejor método para lograr un resultado accidental.
Placer, sust. La forma menos odiosa de la depresión.

Política, sust. Lucha de intereses disfrazada de lucha de principios. Conducción de los asuntos públicos en provecho propio.
Presente, sust. Parte de la Eternidad que separa el dominio de la decepción del reino de la esperanza.
Propiedad, sust. Cualquier cosa material, sin valor particular, que puede ser retenida por A contra la codicia de B. Cualquier cosa que gratifique la pasión por la posesión en uno y la decepción en todos los demás. Objeto de la breve rapacidad y la dilatada desidia del ser humano.
R
Racional, adj. Desprovisto de todas las ilusiones excepto las de la observación, la experiencia y la reflexión.
Razonable, adj. Permeable a la contaminación de nuestras propias opiniones. Sensible a la persuasión, a la disuasión y a la evasión.
Reconsiderar, v.t. Buscar una justificación para una decisión ya tomada.

Residente, adj. Sin posibilidades de irse.
Resignar, v.t. Renunciar a un honor por una ventaja. Renunciar a una ventaja por una ventaja mayor.
Rogar, v.t. Pedir algo con una vehemencia proporcional a la creencia de que no se concederá.
S
Suficiente, adj. Todo lo que hay en el mundo, siempre y cuando te guste.
Solo, adj. En mala compañía.
Santo, sust. Pecador muerto, revisado y editado.
V
Verdad, sust. Compuesto ingenioso de conveniencia y apariencia.
Vejez, sust. Período de la vida en el que, para compensar los vicios que aún apreciamos, denostamos los que ya no nos atrevemos a cometer.
Vida, sust. Conserva espiritual que preserva al cuerpo de la descomposición. Vivimos con el temor cotidiano a perderla; sin embargo, cuando se pierde, no se echa de menos. La pregunta: «¿vale la pena vivir?» ha sido muy discutida, particularmente por aquellos que piensan que no, muchos de los cuales han escrito extensamente en apoyo de su punto de vista y, mediante una cuidadosa observancia de las leyes de la salud, han disfrutado durante largos años de los honores de una exitosa controversia.
Voto, sust. Instrumento y símbolo del poder de una persona libre para hacer el ridículo y la ruina de su país.

Notas al pie
[1] The Devil’s Dictionary (Neale, Estados Unidos, 1911) es una recopilación de casi mil definiciones satíricas escritas por Bierce y publicadas originariamente en fragmentos en diversos periódicos entre 1881 y 1906.
[2] Versión en castellano de Carina Sedevich.
Producción audiovisual de Carolina Ramírez – Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM.
19 de septiembre de 2024

Carina Sedevich
Se graduó en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Villa María. Cursó el doctorado en Semiótica en el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba. Su obra poética ha sido publicada en diversos países de Europa, Asia, Norteamérica y Latinoamérica y traducida al inglés, al chino, al portugués, al italiano, al polaco y al catalán. Entre otras distinciones, recibió el Premio de Poesía José Pedroni. Dirige Revista Ardea desde la Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM.