¿Saben escuchar la lluvia con los dedos?
Es muy fácil.
Toquen con la mano la corteza del árbol,
temblará bajo sus yemas
como un caballo mojado.
Toquen con la mano
el vidrio de la ventana por la noche,
¿lo escuchan?
Le teme a la lluvia
pero debe protegerme
de las gotas.
Las acariciaré con mis dedos
a través del cristal.
¡Lluvia!
Puerta,
escuchame puerta,
¡dejame salir!
El murmullo de los ríos invadió la avenida.
Quiero escuchar la lluvia con los dedos
para componer música.
¿Saben escuchar la lluvia con los dedos?
Es muy fácil.
Toquen con la mano la corteza del árbol,
temblará bajo sus yemas
como un caballo mojado.
Toquen con la mano
el vidrio de la ventana por la noche,
¿lo escuchan?
Le teme a la lluvia
pero debe protegerme
de las gotas.
Las acariciaré con mis dedos
a través del cristal.
¡Lluvia!
Puerta,
escuchame puerta,
¡dejame salir!
El murmullo de los ríos invadió la avenida.
Quiero escuchar la lluvia con los dedos
para componer música.



Los caballos en el campo
Los caballos en el campo,
el pasto alto.
Los caballos en el campo
bajo la luz de la madrugada.
El rocío corre rápido,
tiene que saciar toda la hierba
antes de que amanezca.
Los caballos en el campo,
el chasquido de sus cascos.
El relincho silencioso,
el roce de la montura.
El sol como un globo
alejándose de la Tierra,
tiende hacia las crines
sus dedos calientes.
Los caballos dejarán el campo
pero hasta la noche
en el pasto aplastado
quedarán las huellas
de sus cascos.
Los caballos en el campo
Los caballos en el campo,
el pasto alto.
Los caballos en el campo
bajo la luz de la madrugada.
El rocío corre rápido,
tiene que saciar toda la hierba
antes de que amanezca.
Los caballos en el campo,
el chasquido de sus cascos.
El relincho silencioso,
el roce de la montura.
El sol como un globo
alejándose de la Tierra,
tiende hacia las crines
sus dedos calientes.
Los caballos dejarán el campo
pero hasta la noche
en el pasto aplastado
quedarán las huellas
de sus cascos.

El pájaro azul
A la medianoche
se abrirá la puerta
y de repente vendrá a mí
un mago extraño
en su caballo veloz,
el pájaro azul
en forma de infancia.
Viene deslizándose sobre la rima,
prueben atraparlo.
Huyendo, su voz mágica
me llamará
hacia la lejanía de la soledad,
hacia las separaciones,
las lágrimas, las despedidas
y la alegría de las pérdidas.
Jinete que se desliza
sobre la rima,
no creas en las habladurías.
Pidamos para mi despedida,
a la hora de las reticencias,
a la hora del alba estelar,
un pequeño sacrificio
a cambio de la rima alada:
llevate mi corazón.

El pájaro azul
El pájaro azul
A la medianoche
se abrirá la puerta
y de repente vendrá a mí
un mago extraño
en su caballo veloz,
el pájaro azul
en forma de infancia.
Viene deslizándose sobre la rima,
prueben atraparlo.
Huyendo, su voz mágica
me llamará
hacia la lejanía de la soledad,
hacia las separaciones,
las lágrimas, las despedidas
y la alegría de las pérdidas.
Jinete que se desliza
sobre la rima,
no creas en las habladurías.
Pidamos para mi despedida,
a la hora de las reticencias,
a la hora del alba estelar,
un pequeño sacrificio
a cambio de la rima alada:
llevate mi corazón.

Poemas escritos a la edad de siete años por Nika Turbiná. Versiones de Natalia Litvinova en La infancia huyó de mí (Editorial Llantén, 2018, Argentina).
Ilustraciones de María Alicia Favot.
12 de mayo de 2022

María Alicia Favot
Nació en Bahía Blanca en 1957. Se formó en talleres y estudios de artistas plásticos de su ciudad adoptiva (Cipolletti, Río Negro) y en los talleres de dibujo y pintura del IUNA. Formó parte del grupo Odisea, un multitaller de pintura, letras y filosofía. Expuso desde el 2000 en muestras individuales y colectivas en nuestro país y en el Museum of the Americas (Florida, Miami-USA). La distinguieron con la “Perla de Mar” en el ciclo Arte Contemporáneo del Museo del Hombre del Puerto de Mar del Plata. Los vaivenes de la vida la llevaron también por el camino de la docencia, el derecho y la escritura. Actualmente ilustra para la revista de arte y literatura Colofón y para Tanta Ceniza Editora.