El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo.
Lohana Berkins
Este artículo es fruto de nuestro Trabajo Final de Grado de la Licenciatura en Trabajo Social, y pretende servir de aporte a la construcción de estrategias que permitan ser fuente de difusión de las diversas situaciones problemáticas que atraviesan las personas mayores LGBTIQNB+ en el acceso y reconocimiento de sus derechos.
Nuestro interés por esta temática surgió, en principio, de nuestra trayectoria militante en los procesos de lucha por los derechos del colectivo de disidencia sexual y de género. Allí, nuestras propias vivencias interpelaron el compromiso con una población históricamente vulnerada, compromiso que implica visibilizar las exclusiones, estigmatizaciones y discriminaciones producidas por la norma bi-cis-hetero-patriarcal.
En lo que se vincula a nuestra disciplina, la elección de la temática se basa en el hecho que, como afirma Giribuela (2019), las construcciones sexo-genéricas se configuran como elementos organizadores de la vida cotidiana de las personas, desde donde se formulan las intervenciones profesionales. Las problemáticas que atravesamos las personas del colectivo de las disidencias forman parte de la cuestión social contemporánea y sus discusiones atraviesan los procesos políticos de las sociedades actuales, constituyéndose como relevantes en los campos de estudio e intervención de las Ciencias Sociales en general y del Trabajo Social en particular.

Siguiendo lo planteado, la cuestión sexual es cuestión social, debido a que “el reconocimiento de un determinado ejercicio sexual se impuso principalmente por requerimiento de garantizar la producción industrial” (Giribuela, 2018, pp.68-69). Asimismo, como afirman Frávega y Mársico (2015), el capitalismo occidental “ubica a las personas de edad como “desechables” ante la pérdida del rol económico, que el propio sistema les asignará en función de la dicotomía productividad/no productividad, actividad/pasividad de actores y grupos” (pp. 280-281). Frente a ello, es una incumbencia del Trabajo Social evidenciar el carácter de sujetes de derechos de las personas viejas y envejecientes. En palabras de une de les participantes del taller realizado: sé de otros casos de gente mayor gay, gente mayor trans… pasada cierta edad ya no servís, para nada, para ningún tipo de trabajo, ni empleada doméstica, ni para cuidar al chico, ni para barrer veredas, nada, no existís (2022).
Más allá de la disrupción capitalista, nuestro colectivo se enfrenta al régimen heteronormativo, que define la única existencia de dos cuerpos (varones y mujeres) y dos géneros (femenino y masculino) y una única dirección del deseo (por el cuerpo opuesto) (Colectiva Feminista La Revuelta, 2016). Como manifiesta Mattio (2011), todo lo que resulta disruptivo en el marco del “contrato social heteronormativo”, sea por anatomía sexual, por su orientación sexual, por su identidad o expresión de género es sancionado con el objetivo de que se adapte a la norma.
En lo relacionado al campo de las vejeces se presentan sus desafíos en el entendimiento de una cuestión social que supere el análisis desde una óptica netamente capitalista. Desde el trabajo social “prima una mirada homogeneizante de la vejez que obtura la posibilidad de elucidar la heterogeneidad en las formas de envejecer y la multiplicidad de elementos operantes; cubriendo de un manto de naturalidad el posicionamiento adoptado en relación a la concepción de dicho colectivo” (Molina, Criado & Cimatti, 2015, p.210).
Desde allí es que concebimos un proyecto de intervención con anclaje interseccional, entendido como la interacción entre dos o más factores sociales que definen a una persona. Cuestiones como la identidad, el género, la etnia, la raza, la ubicación geográfica, o incluso la edad no afectan a una persona de forma separada.

¿De dónde venimos? ¿Dónde nos encontramos?
Cuando nos propusimos encarar un proyecto con las vejeces LGBTIQNB+ fue necesario reconocer lo ya caminado para no cometer el error de creer que nada había sido hecho. Como sabemos, en las últimas décadas, la lucha del colectivo LGBTIQNB+ ha impulsado diversas experiencias que apuntan a la ampliación de derechos y la resistencia frente a las opresiones y violencias. Consideramos que esas acciones, más específicamente aquellas orientadas a la población de personas mayores, aportaron a la formulación de nuestro proyecto.
Al investigar en nuestro país, en nuestra América y en otras latitudes, encontramos trabajos publicados en centros académicos, así como iniciativas surgidas de organizaciones sociales que no fueron previamente sistematizadas, pero que reconocimos como contribuciones fundamentales a las futuras proyecciones.
De las experiencias que conocimos, destacamos el fuerte anclaje territorial sobre el cual se pensaron las acciones de organizaciones sociales, reconociendo la situación particular del colectivo de personas mayores LGBTIQNB+ en cada territorio. Esto movilizó el interés por diseñar una metodología participativa para la definición de la problemática a abordar y de las estrategias de intervención frente a ella, entendiendo que los análisis y las ideas de les propies sujetes son fundamentales para comprender el campo de intervención.
Situándonos en la ciudad de Villa María, identificamos que hasta ese momento no existía una organización social conformada exclusivamente por personas mayores LGBTIQNB+, así como tampoco grupos de pares visibles. En el encuentro desarrollado, une de les participantes, manifestó: llega un momento que vos te encontrás en tu casa solo. Entonces necesitas una red de contención, municipal, provincial, nacional, qué se yo, un grupo de amigos, porque hasta la parte afectiva se te deteriora (2022). Por ello, consideramos fundamental apuntar a generar en el grupo participante una idea de colectivo que logre apropiarse del proyecto de intervención.
Por su parte, las experiencias impulsadas por las distintas áreas del gobierno local en materia de derechos de LGBTIQNB+ y vejeces nos permitieron comprender desde dónde partíamos para proyectar acciones viables y situadas en nuestro territorio. En este sentido, pudimos reconocer diversas líneas de actuación en las políticas municipales existentes, identificando acciones que apuntan a la atención y asistencia de personas del colectivo de la diversidad sexo-genérica, políticas de promoción del empleo en esta población, acciones de visibilización de las existencias de diversidades y de desigualdades en razón del género en las vejeces y políticas de formación con perspectiva de género y diversidad del personal de los servicios municipales. Entre ellas, destacamos el Consultorio Inclusivo en tanto dispositivo de la Secretaría de Salud, la aplicación de la Ley Micaela (Ley Nacional N° 27.499) de Capacitación Obligatoria en Género, la adhesión al Programa Nacional Escuelas Populares de Formación en Género y Diversidad junto al abordaje de demandas espontáneas por parte de la Coordinación de Géneros y Diversidad, la conformación de la Mesa de Diversidad, el Programa de Inclusión Integral Trans-No Binarie (Ordenanza Municipal N° 7.572), la participación de la Coordinación de Personas Mayores en diversas actividades de la Semana de la Diversidad, entre otras.
Escuchamos las voces de las personas mayores LGBTIQNB+ para comprender sus problemáticas cotidianas vinculadas al acceso a derechos y a la visibilización de sus existencias.
Los cuerpos de nuestras vejeces
Al momento de pensar en la población de personas mayores LGBTIQNB+, la primera discusión que se nos presentó fue la definición de una edad de ingreso a la vejez, la cual determinaría quiénes serían relevades. Al respecto, una de las referentes entrevistadas nos comentó: generalmente se considera que de 60 para arriba son adultes mayores; en el caso, por ejemplo, de las personas trans, es necesario bajar este número, porque ellas a la edad de 45 ya se encuentran con su corporalidad bastante destruida: lo que encontraríamos en una persona heterocis o cis a los 60, lo podemos encontrar en personas trans femeninas mucho más jóvenes. Por eso también se puede problematizar cuándo decir que se encuentran en edad de ser consideradas personas mayores (2022).
En relación a las técnicas de indagación, decidimos realizar un diagnóstico participativo en el cual se tomaron en consideración las voces de las personas mayores LGTBIQNB+, con el objetivo de sondear juntes las problemáticas de sus vidas cotidianas vinculadas, por un lado, al acceso a derechos, en nuestro contexto social, histórico y político particular, y por otro lado, a la visibilización de sus existencias, comprendiendo que el colectivo es identificado, principalmente, con las juventudes y adulteces y, en los últimos años, con las niñeces y adolescencias. Como afirma Rofman (2001), “la producción de conocimiento es a la vez un proceso comunicativo, que busca incorporar a los distintos actores en el proceso, como mecanismo para la construcción de la viabilidad” (p.8). Por ello, llevamos adelante un relevamiento y jornadas participativas tanto con personas mayores como con las instituciones que abordan la temática en la localidad.
Una de las principales dificultades en este punto fue la participación de las propias personas mayores de la diversidad sexo-génerica, a quienes habíamos pensado como protagonistas del proyecto. Una referente nos explicaba: han vivido todo lo que ha sido la plena dictadura y la falta de algunos derechos básicos y elementales en la plena democracia. Por lo cual, el tema de taparse y ocultarse y tener una vida totalmente cuidada para que nadie diga nada sigue todavía siendo parte de su existencia, se criaron así y se formaron así y es parte de su forma de socializarse, entonces no vas a encontrar mucha gente dispuesta a colaborar con algo, a poner la cara, y tampoco mucha gente que se asuma públicamente (2022).

En el diagnóstico se apuntó a conocer la situación actual respecto del acceso a derechos en personas mayores LGBTIQNB+, identificar las instituciones que abordan la temática, analizar sus concepciones sobre las vejeces, caracterizar la atención a personas mayores, relevar sus recursos existentes, articulaciones inter/intrainstitucionales y proyecciones a futuro, así como a describir los conocimientos sobre sexo, género y orientación sexual y las percepciones sobre personas LGBTIQNB+ de les usuaries de la Residencia para Adultos Mayores Roberto Velo de Ípola.
En una jornada-taller con personas mayores LGBTIQNB+, se identificó, entre otras situaciones problemáticas, al acceso restringido a la salud, algo profundamente vinculado con las dificultades en el acceso al empleo formal con cobertura de salud. Relevamos, al mismo tiempo, rechazo por el sistema de salud público. Al respecto une de les participantes expresó: como consecuencia de la falta de trabajo, no tenés una mutual y tenés que recurrir a la salud pública. Y ya sabemos cómo funciona la salud pública (2022).
Al momento de conversar con les usuaries de la Residencia Municipal Roberto Velo de Ipola, pudimos observar una pluralidad de sentipensares vinculados al rechazo, la aceptación o la indiferencia respecto de las personas LGBTIQNB+. Estas impresiones dan cuenta del contexto social e histórico en el que se desenvolvieron sus vidas, un entorno que buscaba la reproducción y producción de un único sistema cis-hetero-patriarcal-binario. Siguiendo a Bourdieu (1991), sabemos que el habitus produce prácticas, individuales y colectivas, ligada a los principios engendrados por la historia, asegurando la presencia activa de las experiencias pasadas que, depositadas en cada organismo bajo la forma de principios de percepción, pensamiento y acción, tienden a garantizar la conformidad de las prácticas y su constancia a través del tiempo.
Algunas expresiones de rechazo que pudimos escuchar con respecto a las vejeces diversas fueron: “no me gusta, Dios hizo a la pareja”, “es un degeneramiento”, “es una enfermedad”, “lo veo mal”. Con respecto a las manifestaciones de aceptación recabamos desde “es un ser humano como cualquier otro” hasta “los amo, son personas, no es algo que me moleste”. La indiferencia se manifestó con frases tales como: “no opino sobre los otros”, “cada uno tiene y hace su identidad como quiere, como le da la mente… mientras no me ofenda”. Por otro lado, se consultó en relación a la posibilidad de convivir con personas mayores LGBTIQNB+ en la misma institución de cuidado. Las respuestas fueron también diversas: “me sentiría incómodo”, “para ser residente debe ser íntegro”, “me da igual, no me afecta”, “no cambia la relación si no es una persona acosadora”, “es normal, todos tenemos un defecto”, “lo respeto como humano”, “no me molesta para nada”.
En resumen, durante el trabajo de campo, se observó cómo les residentes construyen sus representaciones sociales a partir de los procesos de comunicación, del pensamiento social y de sus propias trayectorias vitales. En consecuencia, conforman un tipo específico de conocimiento que juega un papel crucial sobre cómo piensan y organizan su vida cotidiana, frente a lo cual se reconoce la necesidad de instancias de sensibilización que promuevan el respeto de las diversidades en las vejeces, habilitando el tránsito y la estadía de personas mayores LGBTIQNB+ por la residencia.

Tejiendo prácticas de exigibilidad de derechos
A partir del diagnóstico realizado nos propusimos como objetivo del proyecto la creación del Programa Vejeces Diversas, que apunta a la visibilización de la diversidad sexo-genérica en las vejeces y la promoción del acceso a derechos de esta población en la ciudad de Villa María. Para ello, pensamos estrategias de intervención mediante la utilización de los recursos existentes por parte de la institución desde la que se pretende que se desarrolle el proyecto, en este caso, el Consejo Asesor de Personas Mayores de la Secretaría de Inclusión Social y Territorio (actualmente Secretaría de Educación e Igualdad), órgano integrado por diversas instituciones y organizaciones que abordan la temática. Las estrategias que pensamos se organizan en cuatro puntos generales:
- la promoción de formación sobre atención respetuosa de personas con orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género disidentes, y la atención integral de personas mayores en los servicios brindados por el municipio y el Hospital Regional Pasteur, ya que este último fue en el que las personas mayores encuestadas atravesaron mayores malos tratos por su orientación, identidad o expresión de género. De este modo, se apunta al fortalecimiento de la Ley Micaela, desarrollada actualmente por la Coordinación de Género y Diversidad;
- el fomento de la habitabilidad de las personas mayores LGBTIQNB+ en viviendas particulares y residencias de larga estadía, fundamentado en el diagnóstico situacional: el cupo de vivienda para personas mayores proyectado por el Instituto Municipal de la Vivienda no contempla el ingreso temprano a la vejez de la población trans, travesti y no binarie. Asimismo, se promueve la realización de talleres de formación sobre diversidad sexo-genérica para directives y trabajadores de residencias para personas mayores privadas. De este modo, se pretende aportar a la construcción de espacios amigables para LGBTIQNB+ y a una vivencia más saludable de la sexualidad en la vejez;
- la generación de campañas de difusión en dos instancias temáticas: en primer lugar, Vejeces Diversas, que busca visibilizar las existencias de LGBTIQNB+ mayores; y, por otra parte, Nuestros derechos, sobre legislaciones que garantizan derechos de personas mayores LGBTIQNB+. En el marco del trabajo articulado en el Consejo Asesor de Personas Mayores, se propone el desarrollo de talleres de Educación Sexual Integral en la Residencia de Adultes Mayores Roberto Velo de Ípola, los Centros Integrales de Personas Mayores y los centros de jubilades. Esta acción apunta a dar respuesta a las demandas de les participantes respecto de espacios de diálogo y encuentro para reflexionar sobre los distintos ejes establecidos en el Programa Nacional de ESI (cuidar el cuerpo y la salud, valorar la afectividad, garantizar la equidad de género, respetar la diversidad y ejercer los derechos). La propuesta está pensada para propiciar los buenos tratos hacia las vejeces diversas así como entre pares y para aportar a la construcción de espacios amigables para el tránsito y la habitabilidad de LGBTIQNB+;
- el desarrollo de una estrategia comunicacional que difunda y convoque a participar de los programas existentes en la Oficina de Empleo (Inclusión Laboral trans, travesti y no binarie en el sector privado), la Secretaría de Educación, Cultura y Promoción de la Ciencia (Terminalidad escolar) y la Secretaría de Salud (Consultorio inclusivo) del municipio. Se pretende acercar estos espacios de servicio a la población de vejeces diversas, mediante la información de su funcionamiento y la garantía de respeto a sus orientaciones sexuales e identidades de género, para lograr el ejercicio pleno de su ciudadanía.
El proyecto presenta un fuerte componente educativo que apunta a la deconstrucción de los sentidos comunes que se han instalado en las subjetividades y que configuran las prácticas sociales.
Pensamientos latentes
El proceso del Trabajo Final de Grado implicó para nosotres una instancia formativa marcada por encuentros, reflexiones y aprendizajes que deseamos compartir con ustedes.
En primer lugar, el diagnóstico que realizamos nos permitió evidenciar la diferenciación existente en el colectivo: las vivencias de Lesbianas, Gays y Bisexuales (LGB) tienen características distintas a aquellas de las personas Trans, Travestis y No Binarias (TTNB). Sin intención de desconocer que cada trayectoria vital es particular, pudimos identificar similitudes marcadas por los procesos que cada grupo ha transitado. En este sentido, mientras que LGB, en muchos casos, desarrollan estrategias de “tapado” que les permiten evitar la exposición a tratos violentos, la construcción identitaria de TTNB se caracteriza, en su mayoría, por transiciones de expresiones de género que son percibidas desde el exterior. Frente a ello, el sistema cisnormativo binario genera prácticas que buscan reprimir las expresiones corporales disidentes, limitando su libre tránsito por diversos ámbitos donde deberían garantizarse los derechos humanos. Por todo ello, consideramos prioritaria la atención de las problemáticas de TTNB mayores.
Por otra parte, al indagar en la ciudad de Villa María pudimos identificar que contamos con marcos normativos e instituciones de avanzada en el reconocimiento de derechos de LGBTIQNB+, lo cuales entendemos como resultado de la demanda por parte de la militancia del colectivo y la voluntad política de los últimos años. No obstante, en las actuaciones cotidianas de algunos agentes estatales se perpetúan prácticas discriminatorias hacia la diversidad sexo-genérica. Comprendemos que ello se debe a la persistencia de determinadas lógicas de actuación guiadas por los sistemas bi-hetero-cisnormativo; lo que se entrelaza con perspectivas viejistas reflejadas, entre otras situaciones, en las dificultades de acceso al empleo de dicha población por considerarse un descarte del capitalismo.

En relación a las vejeces, el marco normativo en la ciudad es más limitado, comprendiendo la creación del Consejo Asesor de Adultos Mayores en el año 2002 y la modificación de su nombre, de Adultos Mayores a Personas Mayores, en 2021. En esta última acción se pretende incorporar la perspectiva de géneros de acuerdo a lo establecido por la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Intervenir desde este marco normativo implica necesariamente una mirada interseccional que dé cuenta de los diversos atravesamientos de la vida cotidiana de una persona mayor. Desde allí es posible evidenciar las vulneraciones que afectan a una vejez LGBTIQNB+ y, asimismo, dar cuenta de otras intersecciones por clase social, raza, religión, discapacidad, etnia, identidad cultural, entre otras.
Por esta razón, nuestro proyecto presenta un fuerte componente educativo que apunta a la deconstrucción de los sentidos comunes que se han instalado en las subjetividades y que configuran las prácticas mencionadas. Asimismo, la codependencia municipal y provincial de determinados trabajadores estatales ha dificultado, hasta el momento, el trabajo sobre la problemática de manera situada, es decir, el reconocimiento de las particularidades poblacionales e institucionales del propio territorio. De allí la importancia de la incorporación de servicios de dependencia provincial a los encuentros de la Ley Micaela dictados por la CGD y la incorporación de la temática de vejeces a los mismos. De este modo, el proyecto apunta a la optimización de los recursos existentes, garantizando atenciones desde el trato digno en los diversos dispositivos.
En la misma línea, a partir de identificar el desconocimiento de los programas sociales en curso como una de las principales razones que impide el acceso a los mismos en la población relevada, propusimos acciones al respecto. La difusión de los servicios existentes debe contemplar la brecha tecnológica de las personas mayores que configura prácticas comunicacionales diferentes a las juveniles.
De cara a lo planteado por les protagonistas del proyecto, consideramos fundamental compartir la síntesis propuesta por una de las participantes del taller en el cual se identificaron los problemas y posibles soluciones: se están lesionando una serie de derechos humanos, creo que el eje de la solución sería el cambio de paradigma que se tiene sobre la persona adulta. Dejar de verla como una persona sujeta a tutela, como el viejito que vamos a proteger si es redituable o no, para empezar a verla como una persona sujeta de derecho y a partir de ahí plantearse que tenga los derechos y garantías que le corresponden (2022).
Frente a ello, debemos aclarar que en nuestro proyecto no se logra abordar la totalidad de las problemáticas identificadas en forma conjunta con las personas mayores LGBTIQNB+. La realidad que vivencian es compleja y está atravesada por múltiples dimensiones. No obstante, intentamos realizar un aporte significativo en la visibilización de la diversidad en las vejeces y el acceso a sus derechos.
Durante todo el proceso fue de suma importancia la escucha de las vivencias que han dejado marca en las diversas corporalidades de quienes hoy transitan sus vejeces. El reconocimiento de sus pasados debe ser acompañado con acciones reparatorias de las violencias sistemáticas que, tanto la sociedad como el estado, han ejercido sobre elles. En este sentido agradecemos a quienes participaron del proyecto, Carola, María Alejandra, Fanny, Nati, Fabián, Coli, Paula, Désila, Gabi, Magalí, Nina, Sonia, Nano, Rubén, Martina y aquelles que aún el cis-tema no les permite nombrarse. Gracias por compartir sus vivencias y animarse a pensar juntes un mundo donde nuestras vejeces transiten libres.
Esperamos que la información recabada y las acciones que de aquí deriven sean insumo para otros proyectos que continúen la apuesta por la construcción de un mundo más habitable. Es urgente emprender esta lucha contra las injusticias: este proyecto no es sólo para las vejeces actuales, sino para todas aquellas por venir.
Referencias bibliográficas
Bourdieu, P (1991). El sentido práctico. Taurus Ediciones, Madrid, España.
Colectiva Feminista La Revuelta (2016). Espacios escolares y relaciones de género. En Korol C. (Comp.), Feminismos populares. Pedagogías y políticas (p.p. 103-125), Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ediciones América Libre, Editorial Chirimbote, Editorial El Colectivo.
Giribuela, W. (1 de noviembre de 2018). Cuestión social y diversidad sexual. Aproximaciones iniciales al análisis de la orientación sexo-genérica disidente como emergente de la cuestión social. Conciencia Social. Revista digital de Trabajo Social. Recuperado de: https://revistas.unc.edu.ar/index.php/ConCienciaSocial/article/view/21588
Giribuela, W. (2019). Las identidades conformadas a partir de orientaciones sexogenéricas disidentes. En Riveiro, Laura (Comp.), Trabajo Social y feminismos: Perspectivas y estrategia en debate (pp. 105-128). La Plata: Colegio de Trabajadores Sociales de la Provincia de Buenos Aires.
Mattio, E. (2011). Ampliar los límites del “nosotros” violencia de género y diversidad sexual. Hoy, la universidad. Año 2 (5), pp. 62-65.
Molina C., Criado A. & Cimatti V. (2015). Concepciones sobre vejez en relación a los procesos de intervención. En Paola, J. P., Tordó, M. N. & Danel, P. M. Más mayores, más derechos : diálogos interdisciplinarios sobre vejez (pp. 189-217). La Plata: EDULP
Otras fuentes
Concejo Deliberante de Villa María. (30/05/2002). Consejo Asesor para Adultos Mayores. Ordenanza N° 4497. Recuperado de https://digesto.concejovillamaria.gob.ar/media/Ordenanza/2002/4997/pdf.pdf
Concejo Deliberante de Villa María. (17/05/2018). Consultorio inclusivo para las personas trans. Ordenanza N° 7284. Recuperado de https://digesto.concejovillamaria.gob.ar/media/Ordenanza/2018/7284/pdf.pdf
Concejo Deliberante de Villa María. (11/12/2019). Ordenanza N° 7476. Recuperado de https://digesto.concejovillamaria.gob.ar/media/Ordenanza/2019/7476/pdf.pdf
Concejo Deliberante de Villa María. (17/09/2020). Programa de Inclusión Integral de Personas Trans-No Binarie. Ordenanza N° 7572. Recuperado de https://digesto.concejovillamaria.gob.ar/media/Ordenanza/2020/7572/pdf.pdf
Ilustraciones de Alejandro Gonzalez Alzaga. Fotografías de Claire Brand y Mara Rengiffo. Producción audiovisual de Carolina Ramírez – Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM.
7 de marzo de 2024

Agustina Albornoz
Nació en la ciudad de Córdoba en el año 1998. Vivió su niñez en un pueblito al sur de la provincia, pero hace años que se nombra villamariense. Estudió Trabajo Social en la Universidad Nacional de Villa María, universidad pública y de calidad. Ejerce su profesión en el Polo Integral de la Mujer, acompañando a quienes atraviesan situaciones de violencia por motivos de género. Lleva bien altas las banderas de los feminismos, apostando a la construcción de otro mundo desde pedagogías de los cuidados convidadas por la educación popular.

Alan Nicolina Ferreyra
Nació en Oliva y es villamariense por adopción. Fue scout desde pequeño, lo que aportó a su vida la intención de constituir un mundo mejor y dejar los espacios en mejores condiciones de cómo los encuentra. Militante de diversidad y derechos humanos, forma parte de diferentes proyectos sociales. Egresado de la licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Nacional de Villa María. Ejerce su profesión en la Dirección de Género y Diversidad de la Municipalidad de Villa María.