“…yo amo los mundos sutiles,/ingrávidos y gentiles,/ como pompas de jabón”
Antonio Machado
De un tiempo a esta parte los circuitos del arte, que siempre estuvieron ligados casi con exclusividad al mundo adulto, han vuelto la mirada hacia la infancia y así encontramos distintos espacios que proponen actividades y muestras para este público en particular. Un caso que marca tendencia sería la Galería Cero, ubicada en Santiago de Chile. Este espacio de arte está pensado sólo para niñxs y es de entrada libre y gratuita. Más cerca geográficamente tuvimos recientemente en el Museo de Arte Contemporáneo Chateau Carreras de Córdoba una muestra de arte dedicada por entero a la infancia. Fue convocada por el Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil y de ella participaron artistas de larga trayectoria en ese campo como Jorge Cuello, entre otros. En sintonía con esta corriente el Mercado de Arte Córdoba, que tuvo lugar en agosto pasado, concibió Zona Germinal, un lugar pensado por su curadora, Celina Hafford, para encontrar instancias de “aproximación al arte contemporáneo desde la experiencia estética, la contemplación lúdica y la noción de colección como estructura estable, dinámica y recreativa”.

“Brota un tallo, / Abre un capullo, / Cae una rama”, contaba-cantaba el flyer que circuló por las redes. Y otra vez volví a toparme con el mundo mágico de Cecilia Afonso Esteves y sus imágenes. Mi primer encuentro con ella no fue en persona, sino como debe ser entre aquellos que gustan de libros, dibujos y palabras: en Tus ojos, un poemario escrito por Eduardo Abel Giménez e ilustrado por Cecilia, hallé unas ilustraciones que combinaban originalidad y humor. Decidí que me eran imprescindibles y me llevé el libro a casa. Volví a verla años después junto a Nicolás Schuff y Pablo Picyk en Plantas comunes y corrientes, un libro editado por Eduvim con ilustraciones y poesías de plantas nacidas en nuestro continente. No lo sabía entonces pero estaba frente a una cosmovisión personalísima y muy delicada, en la que se puede apreciar ciertas marcas y tips que la distinguen: la economía de recursos, lo pequeño, casi como si trabajara a tientas. Una suerte de silencio. Otro elemento clave en la propuesta visual de Cecilia es la presencia de la poesía como motor del juego.
Creo que hay personas que sienten afinidad con mi trabajo, quizás una sensibilidad compartida, un aprecio por ciertos principios: sostengo que las formas son ideas, la imagen es pensamiento.
Cecilia Afonso Esteves, ilustradora y diseñadora.
Respecto al desafío que fue armar Zona Germinal, Cecilia cuenta que se eligió pensar la propuesta hacia afuera –hacia lxs receptorxs- y también hacia adentro, hacia lxs ilustradorxs convocadxs. Fue necesario “curar una muestra cuidando todo, teniendo en cuenta cada detalle; invitar a lxs ilustradorxs a participar de una propuesta respetuosa de su hacer, de su trabajo, de su tiempo. Con respecto al montaje de la muestra contemplamos la altura de lxs niñxs y la posibilidad de sentarse a ver las obras detenidamente. Para ello pusimos bancos frente a las ilustraciones, muy cerca de ellas. También era importante para mí generar un recorrido armónico, por eso la composición de la muestra según los colores de las obras”. Para el montaje contó con la colaboración de Franco Montini y Laura Dragonetti, museólogxs y museógrafxs del equipo de Celina Hafford.

Personalmente yo fui con mis hijos, de 7 y 9 años, y unos amigos de ellos. Nos gustó mucho, sobre todo la exposición de obras de ilustradores y el álbum de figuritas que nos trajimos a casa. Me gustaría saber qué balance hacés vos de las actividades propuestas.
Una actividad que nos dio mucha alegría fue la proyección en el Cineclub Municipal Hugo del Carril de una selección de cortos animados de Charlotte Reiniger y Norman McLaren, para alumnxs de escuelas municipales. Con esta actividad comenzó Zona Germinal. Fue un momento lleno de sentido y belleza. La propuesta contó también con dos vitrinas con las primeras ediciones de Ayax Barnes: una estrella brillante en la historia del libro y la ilustración argentina. Pudimos tener esas ediciones gracias a la Asociación La Nube. Infancia y cultura. Y para completar la experiencia, la sala contenía una selección preciosa de libros ilustrados a la venta, cosa que fue posible gracias a la librería Portaculturas. El catálogo-álbum de figuritas creo que fue de gran encanto para niñxs, jóvenes, adultxs y adultxs mayores. Todxs querían un álbum y hacían fila para recibir las figuritas. Todxs pudieron llevarse reproducciones de las ilustraciones -las figuritas- a su casa, y en el ámbito hogareño volver entonces a detenerse sobre las obras que estaban en la sala. Recibimos muchas fotos de niñxs pegando las figuritas en el álbum y comentarios muy hermosos de adultxs que también completaron su ejemplar.

Si observamos las producciones para niños, encontramos que en muchas de ellas se propone justamente lo contrario a lo que vos ofrecés: hay una primacía de lo espectacular, ruidoso, llamativo, con colores vibrantes. La industria casi nos ha convencido que a los niños sólo se llega a partir de propuestas tipo shocking. ¿Cómo responde el público a tu propuesta de contar desde una voz en tono de murmullo?
Por lo general no me convocan esas propuestas “llamativas” y no lo hacían tampoco cuando era niña. En cambio me resultaban, y me resultan, interesantes las personas hablando con tranquilidad, sinceridad y con humor mezclado con cierta seriedad. Creo que lxs niñxs valoran lo que su mamá y su papá les ofrecen como valioso. No me pienso en relación a un “público”, más bien creo que hay personas que sienten afinidad con mi trabajo, quizás una sensibilidad compartida, un aprecio por ciertos principios -sostengo que las formas son ideas, la imagen es pensamiento-. Y entonces muchas de ellas me escriben para contarme del gusto por el trabajo que hago. Para mí son muy valiosos sus mensajes, me ayudan de algún modo. Me siento muy agradecida.

Y nosotros también. En tiempos de tanto ruido, un paseo por los mundos sutiles de Cecilia Afonso Esteves es un regalo que merece ser celebrado.
En esta nota
Cecilia Afonso Esteves es ilustradora y diseñadora. Con numerosas publicaciones en su haber, en este momento reparte su tiempo entre varias actividades que van en paralelo: las ilustraciones de un libro que va a reunir notas que tomó durante varios años “sobre el jardín que cuido, o mejor: el jardín que me cuida” y el diseño de los próximos libros que publicará Portaculturas Editorial. En tanto continúa El peor caballo, un taller de ilustración y experiencias de impresión que desarrolla en la librería especializada en libros ilustrados En un lugar de la Mancha, en la ciudad de Córdoba.
Fotos de la Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM, de María Inés A. Esteves y de Cecilia Afonso Esteves.
16 de enero de 2020

Candelaria Magliano
Es fotógrafa. Nació en Córdoba, Argentina. Estudió Ciencias de la Comunicación y Tecnicatura en Fotografía Digital. Es docente de los espacios curriculares Fotografía Periodística e Hiperfotografía de la UNVM. Dicta talleres de Fotografía documental y Fotografía creativa. Ha participado en exposiciones individuales y colectivas en el ámbito local, nacional e internacional.