Reseña

De la grieta a las brechas
por Joaquín Perren

Podríamos comenzar con una advertencia este breve texto sobre De la grieta a las brechas. Pistas para estudiar las desigualdades en nuestras sociedades contemporáneas (EDUVIM,  Villa María, Córdoba, 2021) de Alicia Gutiérrez, Héctor Mansilla y Gonzalo Assusa. Lo que sigue no es la reseña de un solo libro sino de tres volúmenes perfectamente entrelazados, una especie de viaje que presenta tres estaciones, distintas en su concepción, pero todas necesarias para abordar las sociedades contemporáneas en toda su dimensión.

El primero de ellos podríamos pensarlo como un volumen de neto corte teórico. Un formidable estado de la cuestión sobre un concepto muy caro a las ciencias sociales: la idea de clase. No me gustaría aburrir al lector con temas que van a descubrir en el primer capítulo, pero sí me interesa poner en valor una decisión que va a impregnar al conjunto de la obra: a contrapelo de una tendencia a pluralizar las desigualdades, los autores concentran su atención en las desigualdades de clase. Se resisten a abandonarla como una categoría sintética de la estructuración social. Pero esa valentía no implica caer en dogmatismos. Más bien lo contrario. Gutiérrez, Mansilla y Assusa tratan en todo momento de alejarse de esa mirada que tiene a la clase como una sustancia dada, como un a priori, a la Althusser si se me permite el antiquismo. En su lugar, proponen pensarla no sólo en términos de construcción, sino también como una apuesta multidimensional y relacional. 

Imagen Icono quote

Una de las principales fortalezas de De la grieta a las brechas es la forma en que logra una perfecta sinapsis entre las facetas objetiva y subjetivas de la desigualdad.

Este posicionamiento basal lleva a los autores a sentirse tributarios de la tradición inaugurada por Pierre Bourdieu y es alrededor de este “imprescindible” que el libro adquiere un espesor conceptual de envergadura. Toman distancia de esa moda, tan propia de la década de 2000, que obligaba a todo proyecto de ciencias sociales a agregar -independientemente del tema o disciplina- alguna referencia a las ideas de campo, capital simbólico o habitus. Antes bien, Gutiérrez, Mansilla y Assusa proponen pensar estas categorías a partir de un problema que atraviesa a la sociología desde su propia génesis: el de la reproducción social. Tratan de saber a ciencia cierta cómo se constituyen las clases sociales. Y cómo, en ese proceso, es importante prestar atención a las relaciones objetivas identificables en determinado espacio social, pero también a las relaciones simbólicas que esas clases mantienen entre sí. De esos “sentidos vividos” que impregnan las prácticas, esos modos en que las personas tramitan su posición social. Esos relatos, en definitiva, que son actos enclasables, pero también actos de enclasamiento.

Lo interesante de esta mirada, y allí radica una de las principales fortalezas de De la grieta a las brechas, es la forma en que se logra una perfecta sinapsis entre las facetas objetiva y subjetivas de la desigualdad. Esto de “ser”, pero también “ser percibido”, siguiendo el sabio consejo de Bourdieu. Y cómo esas luchas por las clasificaciones son inseparables de la lucha distributiva. O mejor aún, cómo desde la construcción de un “nosotros” y un “ellos”, algo que brillantemente se reconstruye en el último capítulo del libro, se estructuran estrategias que apuntan a mejorar la situación relativa de los distintos actores en esa red de redes a la que, por comodidad, llamamos sociedad.

El segundo libro no tiene esa apariencia estilizada, propia de quienes vienen trabajando por décadas el legado de Bourdieu, sino que asume un formato mucho más artesanal. Se trata de un volumen metodológico que plantea una pregunta muy fácil de formular, pero extremadamente difícil de contestar: ¿Cómo hacer del espacio una realidad empírica y no solo un constructo teórico?

Para responder este interrogante, Gutiérrez, Mansilla y Assusa nos dejan entrar en la cocina de su investigación y nos enseñan las dificultades que tuvieron que enfrentar para reconstruir la estructura de la desigualdad en tierras cordobesas. Adversidades que tienen relación con los materiales utilizados, la unidad de análisis y los indicadores a partir de los cuales darle a su estudio un cariz multidimensional. Y para cada uno de estos obstáculos, los autores nos plantean salidas ingeniosas y cuidadosamente fundamentadas. Para los materiales, defienden a la Encuesta Permanente de Hogares como una vía privilegiada para otear el espacio social. En el caso de la unidad de análisis, eligen a la familia en tanto sujeto colectivo y locus mismo de la reproducción social; mientras que, en materia de indicadores, nos ofrecen una exquisita selección de variables que les permite reponer las distintas formas de capital presentadas por Bourdieu, desde el consabido capital económico hasta los capitales educativo y cultural.

Este segundo libro es la base donde se sostiene el tercer volumen que convive en De la grieta a las brechas. Uno que adquiere un carácter empírico y del cual solo quiero destacar dos aspectos de los muchos posibles. El primero de ellos, se refiere a la forma en que los autores propician el paso desde el sistema de relaciones que conforman el espacio social cordobés a la construcción de un conjunto de clases que pueden recortarse en él. No lo hacen de manera predefinida, sino a partir de los propios datos, esforzándose por encontrar el mayor grado de homogeneidad entre los hogares de idéntica condición y la mayor heterogeneidad con respecto a los hogares de las restantes clases sociales. Así, emergen del papel, usando palabras de los propios autores, cuatro clases, cada una de las cuales tiene un conjunto de variables arremolinando a su alrededor, a saber: una élite, la clase media, una clase trabajadora y el precariado.

Pero lo más remarcable, y allí radica el segundo aspecto que quiero resaltar, no es esta instantánea de la sociedad cordobesa, impecable por donde se la mire, sino la voluntad de los autores de dotar a su ejercicio de un baño de temporalidad. De construir, por medio de sucesivas fotografías -tomadas en 2003, 2011 y 2019- una película en la que explorar con mucha suficiencia el par constitutivo de la historia como disciplina científica: aquel que se refiere a la dialéctica entre cambio y continuidad. Un tándem que les permite poner en perspectiva la “década ganada”, pero también la fase de menor crecimiento relativo que se inaugura hacia el final de la segunda presidencia de Cristina Fernández y que se profundiza en la presidencia de Mauricio Macri. Una mirada que les permite mostrar cómo, a lo largo de los dieciséis años estudiados, no hubo saltos abruptos en las capas geológicas que conforman la sociedad cordobesa, aunque sí algunos reacomodamientos. Entre ellos, es justo mencionar el avance de la precariedad laboral, la menor temperatura de la industria y el peso creciente de la construcción como fuente de empleo de los jóvenes.

En síntesis, los tres libros reseñados, que en realidad es uno (y muy sólido), tienen un doble valor. Primero, una relevancia académica: De la grieta a las brechas nos suministra un mapa sobre cómo estudiar las desigualdades de forma multidimensional, combinando con maestría métodos cualitativos y cuantitativos. Luego, un valor social y político en la medida que proporciona valiosas pistas para trascender los debates de coyuntura y acceder al sustrato profundo de nuestras sociedades. Por ambas razones estamos frente a una obra única, una pieza fundamental de esa tradición que ha hecho de la desigualdad su principal campo de indagación.

Fotos de la Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM.

Icono fecha publicación   12 de enero de 2023

Joaquín Perren

Es doctor en Historia por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Ha realizado sus estudios postdoctorales en la Universidad de Coimbra (Portugal). Es profesor adjunto del Área de Historia Económica de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Es investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Desarrolla tareas como vicedirector del Instituto Patagónico de Estudios en Humanidades y Ciencias Sociales (IPEHCS).

Mail
Facebook

Universidad Nacional de Villa María

Secretaría de Comunicación Institucional
Catamarca 1042, Villa María, Córdoba, Argentina

ISSN 2618-5040

Ir al contenido