Una danza derviche [1]
Una mañana de verano, a pleno sol, una adolescente camina hacia una trampa de la cual intentará escapar sin lograrlo.
Un breve suceso.
Unos pocos instantes en la oscuridad de un tiempo histórico que permanece en sus consecuencias.
Anterior al nacimiento del autor, un futuro anterior que recordará una y otra vez como vivido. Y ese recuerdo, en su sentido primero de pasar nuevamente por el corazón, implicándose en el texto, volverá como en una cinta de Moebius a escribir(se) en sus variaciones.
Trabajo de una memoria fragmentada que espeja en su ficción lo real. Y en su escritura encontramos las variaciones de un hecho que es eco de miles sucedidos.
La narración avanza a partir de pequeñas alteraciones que son tanto esa memoria imaginaria desgarrada como la búsqueda de precisar su representación. Un caleidoscopio enfocado sobre una calle suburbana que en su despliegue visual nos muestra un acontecimiento que se va a repetir cíclicamente en las versiones y reversiones que ofrece la narración.
Una danza derviche donde las palabras giran y giran hasta hacernos sentir la música de lo indecible que la guía.
Si, como creo, la forma es la moral del arte, en este caso el ethos de la escritura es el que permite un desarrollo y profundidad que una escritura lineal hubiera anulado. La propuesta es crear con rigurosidad las capas superpuestas de las versiones del hecho y hacernos participar de rizar el rizo que nos otorgue, a una escala mayor, una visión de paralaje del hecho sucedido.
La propuesta de Lucía en verano es la puesta en acción de la ficción como abstracción real que opera sobre el tiempo y su desenlace.
La propuesta de Lucía en verano es la puesta en acción de la ficción como abstracción real que opera sobre el tiempo y su desenlace.
Esta posición de prevalencia de la forma me remite a otro libro de Munaro. Es en desbordes. Nueve ensayos sobre literatura argentina descentrada (Tren en movimiento, 2022) donde, lejos de pretender establecer un nuevo canon sobre la literatura argentina, más aún, en contra de toda formulación canónica imperante, promueve la posibilidad de narrar por fuera de los modos convencionales propuestos por el mercado y el establishment literario. La invención de esquemas narrativos que nos ofrezcan otras vías de experimentación y originalidad en la escritura. Y es en esta propuesta donde el autor merece ser inscripto.
Sugestivamente el título Lucía en verano es apropiado para describir un amor vivido o soñado, fugaz tal vez, pero permanente en la memoria. Acierto del autor. Lo es, y a la par del terrible suceso narrado, nunca deja de ser. El amor con el que rescata la vida luminosa y breve de su personaje del fluir irreversible del tiempo.
La explicación del enigma es la repetición del enigma dice Clarice Lispector en el epígrafe que abre el libro. Y la repetición del enigma es la aproximación a lo real que bellamente nos ofrece este libro.
Nota al pie
[1] Sobre Lucía en verano (Prebanda Ediciones, 2022), libro de Augusto Munaro.
Imágenes de sitios públicos de internet.
5 de enero de 2023
Ricardo Ruiz
Nació en Buenos Aires, Argentina en 1953, donde reside. Es autor de los libros Racimo (Ediciones Kairós, 1980); peces del aire (inédito, 1980); Poemas (edición del autor, 1982); otros cantos gallan (Libros de Navegación, 1989); tristes rüidos furias (Libros de Tierra Firme, 1990) y huesos de otros vientos (Ediciones en Danza, 2015). Formó parte del grupo literario Kairós y coordinó talleres de poesía. Participó en la antología 65 poetas por la vida y la libertad (Abuelas de Plaza de Mayo, 1983); colaboró en las revistas Xul y Casa de las Américas. Administra la página de poesía Presente Griego. En 2022 publicó su libro husos del no por la editorial Mora Barnacle.