Poesía en dos lenguas II

Ellen Maria Vasconcellos
por Carina Sedevich
“Después de haber estudiado en Argentina, México y España durante muchos años, suelo sentir que el español es el idioma que prefiero para expresarme”, afirma la poeta y traductora brasileña Ellen Maria Vasconcellos.

Al empezar la charla le cuento a Ellen que en Argentina solemos preferir “castellano” a “español” a la hora de referirnos al idioma que usamos. Ella me aclara que habla de “español” porque siempre lo estudió como idioma extranjero y así se denomina en las universidades de todos los países en los que estuvo estudiando como becaria. En el ámbito del estudio de lenguas extranjeras se habla de “el español y sus variaciones”, así como de “el portugués y sus variaciones”, me dice.

¿Y cómo llega el español a tu vida?

De chica no me interesaban los idiomas, prefería practicar deportes. Pero a los dieciséis, cuando empecé a pensar en una profesión para ganarme la vida, quería ser diplomática en Francia. Soñaba con despertarme y poder hablar en francés, sin necesitar estudiar por años. Claro que eso no pasó. A los veinte algo en mi cabeza cambió y me dieron las ganas de aprender español. Aprender de verdad, tener clases todos los días. Empecé a postularme a todas las becas de la universidad para irme a cualquier lado en que hablaran el idioma. Cuando conseguí la primera beca a España, dos años después, creía que todavía no estaba preparada. Después me di cuenta de que lo que me faltaba era «calle». En este mismo viaje surgió mi primer poema en español, una versión traducida de un poema mío en portugués. Me acuerdo que fui a un «sarau» en un bar llamado Esperpento en Salamanca, y lo declamé en el micrófono abierto. Siete años de estudio y dos becas más después -en Argentina y en México-, el español es muchas veces la lengua que prefiero. Mi primer libro de poema salió bilingüe, y no podría ser de otra manera.

¿Cómo es el proceso de creación? ¿Escribís en uno de los idiomas y traducís al otro o –como Joan Margarit, por ejemplo- creás dos poemas en paralelo?

Envié mi primer poemario a mi editor con la mitad de los poemas escritos en portugués y la otra mitad en español. El editor me dijo que le había gustado mucho y me propuso crear versiones en los dos idiomas de todos los poemas. En ese proceso, hubo de todo: surgieron nuevos poemas, cambiaron los originales. A veces las traducciones desafiaban las formas, otras veces cuestionaban los contenidos.

entrevistada de Poesía en dos lenguas II

Cuando hablo de amor (o de desamor), siempre escribo en español. Puede tener que ver con la carga de drama que esa lengua tiene para mí. Será algo vinculado con el corazón y la sangre, y con todas las lecturas latinoamericanas que hice. Pero no hay cómo escapar, y tampoco quiero.

¿Podrías elegir algunas palabras –en portugués o en español- para expresar cuál es la diferencia para vos cuando escribís poesía en cada uno de esos idiomas?

En portugués está mi primera mora
y mi primer amor
mi primer y segundo padre
mi segundo tercer año de la prepa que reprobé
y todos los cuartos donde oré con miedo de morir.
No escribo en español sólo porque me gusta la lengua
sino porque en ella aún están mis traumas frescos
las risas convertidas en llantos
los sueños deshechos
recuerdos esperando la pala
hacia el tacho
o al cuaderno.
Después, el tiempo sólo vuelve
cuando uno se lee.

¿Considerás que el portugués tiene un sesgo tan androcéntrico como el español? ¿Hay debate sobre el uso del lenguaje inclusivo entre los hablantes de portugués?   

Hay desde hace unos pocos años una campaña de algunos grupos por el uso de la letra «e» para escapar de la reglas del idioma que conjugan por defecto todo en masculino. Nuestra ex presidenta Dilma usó su cargo en femenino, aunque tenía casi toda la cancha en su contra. Es una lucha diaria, y no la dejamos caer un solo día. Todo vuelve feroz y mortal, porque el lenguaje, la voz, el sentido, nunca nos fueron regalados, siempre hubo que conquistarlos.

¿Si me siento latinoamericana?

Si me roban la plata como a las uruguayas
Si me matan de hambre como a las peruanas
Si me secan de sed como a las bolivianas
Si me quitan la lengua como a las paraguayas
Si me arrancan los ojos como a las jamaicanas
Si me desaparecen las venas como a las panameñas
Si me queman la piel como a las dominicanas
Si me comen la carne como a las brasileñas
Si me quieren lejos como a las cubanas
Si me quieren invisible como a las guyanas
Si me quieren pequeña como a las ecuatorianas
Si me quieren muda como a las nicaragüenses
Si me quieren sorda como a las salvadoreñas
Si me quieren puta como a las puertorriqueñas
Si me quieren esclava como a las mexicanas
Si me quieren pobre como a las haitianas
Si me quieren muerta como a las guatemaltecas,
Sí, me siento latinoamericana
e incluso después de muerta
seguiré siendo de esta tierra.

¿Por qué escribir poesía en español? ¿Hay algo que sientas que podés expresar mejor en español que en portugués? 

Muchas cosas. Los poemas sobre la infancia, la adolescencia, los primeros traumas, «salen» en portugués. Los poemas de amor, desamor, los poemas incluso más políticos, «salen» en español. Aunque tuve relaciones con brasileños y no brasileños, cuando hablo de amor (o de desamor), siempre escribo en español. Puede tener que ver con las novelas mexicanas y colombianas, o con la carga de drama que esa lengua tiene para mí. Será algo vinculado con el corazón y la sangre, y también con todas las lecturas latinoamericanas que hice en los últimos años. Pero no hay cómo escapar, y tampoco quiero.

¿Y cuáles son tus poetas preferidos en español?

Eduardo Milán, Fabio Morábito, Eduardo Chirinos, Cristina Peri Rossi, Jorge Luis Borges.

“La vida es corta/ y aunque las horas son tan largas, una/ oscura maravilla nos acecha,/ la muerte, ese otro mar, esa otra flecha/ que nos libra del sol y de la luna/ y del amor”. Inmediatamente los versos vienen a mi memoria. Y vuelvo a sospechar que fue por algo parecido a lo que dice Ellen que Borges, el poeta bilingüe, eligió casi siempre el español para permitirse hablar de ciertas cosas.

 

En esta nota

Ellen Maria Martins de Vasconcellos es autora de los libros de poemas Chacharitas & gambuzinos (2015, ed. Patuá) y Gravidade (2018, ed. Patuá). Es traductora literaria y entre sus traducciones están Bola de feno, de Carina Sedevich (2019, ed. Moinhos), Cesto de tranças, de Natalia Litvinova (2020, ed. Moinhos) y Ângulo de guinada, de Ben Lerner (2015, ed. e-galáxia). Es editora de libros didácticos en inglés y en español. Nació en 1987, en Santos (SP) y hoy vive en Brasília (DF).

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Fotos de la Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM y de Ellen Maria Vasconcellos. Videos de sitios públicos de internet.

Icono fecha publicación  30 de julio de 2020

Carina Sedevich

Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional de Villa María. Estudió  Semiótica en el Centro Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba. Es autora de dieciséis libros de poesía. Su obra poética ha sido publicada en Argentina, España y Brasil y traducida al portugués, al italiano y al mallorquín. Es maestra en Ceremonial y Protocolo y profesora de Yoga y de Meditación. Coordina Ardea | Revista de arte, ciencia y cultura desde la Secretaría de Comunicación Institucional de la UNVM.

 

Universidad Nacional de Villa María

Secretaría de Comunicación Institucional
Catamarca 1042, Villa María, Córdoba, Argentina

ISSN 2618-5040

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